Gabriel Astengo desprestigia el trabajo de Zoé Valdés y Roberto Torricella y los acusa. ¿Dónde están las pruebas?
Por Maura Barrbí
La verdad que el señor Gabriel Astengo, expreso político en el exilio, fue demasiado lejos en sus dos artículos, escritos para intentar desprestigiar el trabajo de la señora Zoé Valdés sobre la vida de BATISTA y la gran ayuda en su investigación que ofreció el respetado Sr. Roberto Torricella Jr. Ambos escritos, usted los puede encontrar en una de sus paginas https://www.facebook.com/pages/A-QUE-CONSIGO-1-MILLON-DE-FANS-QUE-ODIAN-A-FIDEL-CASTRO/110712105621689?hc_location=timeline
En uno de ellos, Astengo se vanagloria de que “salíamos al paso de una perversa y calumniosa campaña fraguada por la misma señora Valdés y un senil testaferro de Batista, apellidado Torricella, en contra de los hombres que atacaron al Palacio Presidencial, el 13 de Marzo de 1957″.
Pero no solo eso, sino que crea una historia trasnochada, sin pruebas, de que la señora Zoé Valdés pudiera estar cobrando para limpiar en algo el nefasto paso de Batista por la historia cubana al decir: “Como demócratas, entendemos, que cualquier persona tiene el derecho de emitir libremente sus opiniones y preferencias políticas. Como humanos, tambien entendemos, que los familiares de Batista, deseen invertir sus recursos financieros, quizá parte de lo que Batista le robo a la República, en que Zoé Valdées en su anunciado libro, trate de “limpiar”, aunque sea en algo, el nefasto paso de Fulgencio por la historia cubana, solo superado con creces por la dictadura de los hermanos Castro y su camarilla de traidores. Todo eso es entendible.
En uno de ellos, Astengo se vanagloria de que “salíamos al paso de una perversa y calumniosa campaña fraguada por la misma señora Valdés y un senil testaferro de Batista, apellidado Torricella, en contra de los hombres que atacaron al Palacio Presidencial, el 13 de Marzo de 1957″.
Pero no solo eso, sino que crea una historia trasnochada, sin pruebas, de que la señora Zoé Valdés pudiera estar cobrando para limpiar en algo el nefasto paso de Batista por la historia cubana al decir: “Como demócratas, entendemos, que cualquier persona tiene el derecho de emitir libremente sus opiniones y preferencias políticas. Como humanos, tambien entendemos, que los familiares de Batista, deseen invertir sus recursos financieros, quizá parte de lo que Batista le robo a la República, en que Zoé Valdées en su anunciado libro, trate de “limpiar”, aunque sea en algo, el nefasto paso de Fulgencio por la historia cubana, solo superado con creces por la dictadura de los hermanos Castro y su camarilla de traidores. Todo eso es entendible.
Según Astengo, “esto está oscuro y huele a queso”, Yo agregaría que a queso muy podrido”.
No bastándole el primer comentario ofensivo y fuera de lugar, también le hace una carta abierta a la señora Zoé Valdés donde no solo la acusa sin base, sino que, ofende al señor Roberto Torricella, un exiliado intachable, anti-castrista y vertical:
En la misiva del Sr Astengo, CARTA BREVE Y ABIERTA A Zoé Valdés, escribe y citamos:
Sra. Zoé Valdés:
La posición de un tipejo, como el tal Roberto Torricella, no me extraña, el siempre fue un medrador sumiso y obsequioso de su corrupto cumbila y dictador, Fulgencio Batista.Tampoco me extrañan, los furibundos ataques que este triste personajillo lanza contra Jose Antonio Echeverria, Menelao Mora y otros patriotas y que usted publica con toda complacencia en su blog personal. De usted, Sra. Valdés, si me extraña esa actitud complicitaria, y la vez, me decepciona.
Hasta mis comentarios, de manera poco escrupulosa y anti-democrática, los borró usted de esta publicación suya http://zoevaldes.net/2014/07/07/desmintiendo-las-manipulaciones-ataque-al-palacio-presidencial-13-de-marzo-de-1957-por-roberto-torricella/ dejando solo las que coinciden con usted y el tal Torricella. Por todo ello, la razón de verme obligado a remitirle esta carta abierta.
Por otra parte, le ruego no mienta penosamente a sabiendas, ya que ni Huber Matos, ni Mario Chanes de Armas, ni Pedro Luis Diaz Lanz, ni Tony Cuesta, ni ninguno de mis queridos hermanos de luchas, ideales y prision politica, vivos o fallecidos, a los que usted hace mención, jamas se arrepintieron de cumplir con el honroso deber de combatir despotismos de cualquier tipo, fueran estos autoritarios como el de Batista, o totalitarios como el de los Castro. Usted se olvida deliberadamente “que aquellos polvos trajeron estos lodos” en nuestra vida nacional.
No trate de justificar su bochornosa defensa de un asesino, ladrón y cobarde, como lo fue Fulgencio Batista, anteponiendo el de otro asesino, ladrón y cobarde, como es Fidel Castro, por supuesto, mas nocivo para Cuba que el primero, pero ambos negativos en nuestra historia republicana.
Recuerde los estrechos vínculos de Batista con Ángel Castro Argiz, el infame mercenario colonialista, esbirro de Valeriano Weyler, padre de los actuales tiranos, con el entonces conocido como “Mulato Lindo”, en la zona de Biran, donde ambos eran cómplices de crímenes y corruptelas. No pase por alto, tampoco, las alianzas de Batista con los comunistas del PSP, en su primer gobierno, ni omita, que despues de su artero golpe militar, a sus “amiguitos” rojos los utilizaba como chivatos, como fue el famoso caso de Humboldt 7 ¿o es que tiene usted Alzheimer histórico?
Tampoco menosprecie e insulte la inteligencia de los demás, los que si vivieron esa historia cuando todavía usted no era “pionerita” y después funcionaria del castrismo allende los mares.
“Nadie sabe para quien trabaja”, dice un viejo refrán y parece ser que que parte del erario publico que robo Batista al Tesoro Nacional de la República, antes de su cobarde huida, esta “salpicando” de algún modo, a uno que otro dizque “intelectual”, para tratar de limpiar en algo (cosa totalmente imposible) la imagen de un connotado criminal, matarife de nuestra Constitución, aquel nefasto 10 de Marzo de 1952.
Ni aunque usted publique mil libros tratando de justificar la imagen de Batista, lograra falsear deliberadamente la Historia de Cuba. Para sus inesperados ingresos económicos en esta su nueva y penosa empresa, parafraseando a su “ídolo”, le deseamos “salud, salud, salud”.
Gabriel Astengo.
Pues bien…. parece que e Sr Astengo no solo debe documentarse mejor sobre el trabajo investigativo que ellos están realizando, sino que tambien debería tomarse un tiempo para saber quien es el señor Torricella. Es muy facil hablar por hablar cuando las vísceras se les salen.
Hasta mis comentarios, de manera poco escrupulosa y anti-democrática, los borró usted de esta publicación suya http://zoevaldes.net/2014/07/07/desmintiendo-las-manipulaciones-ataque-al-palacio-presidencial-13-de-marzo-de-1957-por-roberto-torricella/ dejando solo las que coinciden con usted y el tal Torricella. Por todo ello, la razón de verme obligado a remitirle esta carta abierta.
Por otra parte, le ruego no mienta penosamente a sabiendas, ya que ni Huber Matos, ni Mario Chanes de Armas, ni Pedro Luis Diaz Lanz, ni Tony Cuesta, ni ninguno de mis queridos hermanos de luchas, ideales y prision politica, vivos o fallecidos, a los que usted hace mención, jamas se arrepintieron de cumplir con el honroso deber de combatir despotismos de cualquier tipo, fueran estos autoritarios como el de Batista, o totalitarios como el de los Castro. Usted se olvida deliberadamente “que aquellos polvos trajeron estos lodos” en nuestra vida nacional.
No trate de justificar su bochornosa defensa de un asesino, ladrón y cobarde, como lo fue Fulgencio Batista, anteponiendo el de otro asesino, ladrón y cobarde, como es Fidel Castro, por supuesto, mas nocivo para Cuba que el primero, pero ambos negativos en nuestra historia republicana.
Recuerde los estrechos vínculos de Batista con Ángel Castro Argiz, el infame mercenario colonialista, esbirro de Valeriano Weyler, padre de los actuales tiranos, con el entonces conocido como “Mulato Lindo”, en la zona de Biran, donde ambos eran cómplices de crímenes y corruptelas. No pase por alto, tampoco, las alianzas de Batista con los comunistas del PSP, en su primer gobierno, ni omita, que despues de su artero golpe militar, a sus “amiguitos” rojos los utilizaba como chivatos, como fue el famoso caso de Humboldt 7 ¿o es que tiene usted Alzheimer histórico?
Tampoco menosprecie e insulte la inteligencia de los demás, los que si vivieron esa historia cuando todavía usted no era “pionerita” y después funcionaria del castrismo allende los mares.
“Nadie sabe para quien trabaja”, dice un viejo refrán y parece ser que que parte del erario publico que robo Batista al Tesoro Nacional de la República, antes de su cobarde huida, esta “salpicando” de algún modo, a uno que otro dizque “intelectual”, para tratar de limpiar en algo (cosa totalmente imposible) la imagen de un connotado criminal, matarife de nuestra Constitución, aquel nefasto 10 de Marzo de 1952.
Ni aunque usted publique mil libros tratando de justificar la imagen de Batista, lograra falsear deliberadamente la Historia de Cuba. Para sus inesperados ingresos económicos en esta su nueva y penosa empresa, parafraseando a su “ídolo”, le deseamos “salud, salud, salud”.
Gabriel Astengo.
Pues bien…. parece que e Sr Astengo no solo debe documentarse mejor sobre el trabajo investigativo que ellos están realizando, sino que tambien debería tomarse un tiempo para saber quien es el señor Torricella. Es muy facil hablar por hablar cuando las vísceras se les salen.
Ante estos ataques, el mismo Torricella me comentó en una misiva :
-”Mi familia y yo nunca estuvimos involucrados en la política en Cuba. Mi íntima relación con Batista y su familia comienza desde la niñez por la amistad que siempre nos unió a su hijo Rubén “Papo” y a mí, desde Cuba y continuó aun con mayor vinculación con todos ya en el exilio de E.U. Portugal y España. En Cuba, a medida que fuimos creciendo, Rubén y yo fuimos a estudiar al Ruston en el Vedado donde compartíamos con muchos amigos pro y en contra de Batista pero no importaba sus tendencias políticas… éramos compañeros y amigos y compartíamos juntos. Nuestra compañera en el colegio con quien tanto Rubén como yo manteníamos una estrecha amistad lo fue Zoé “Susy” Prío, sobrina del Prío e hija del amigo, su hermano Antonio. Yo personalmente tuve una amistad íntima y familiar en Cuba y después en el exilio al extremo que Susy es la madrina de uno de mis hijos y yo soy el padrino de su hija menor.
Mi cercanía familiar a Rubén y mis continuas visitas a su familia en Cuba me permitieron escuchar y participar a nivel familiar de los comentarios y relatos pre y post 10 de marzo de 1952 hechos por un protagonista de nuestra historia. Esto siempre me interesó por mi fascinación e interés especial por la historia real y verdadera.
Al tener que abandonar Cuba y venir al exilio en E.U. a finales de 1960, una de las oportunidades de negocios que se me presentaron fue un negocio de construcción en donde estábamos el esposo de Susy –a quien quiero como un hermano- apoyados por Antonio. Desde que comenzamos la primera construcción, almorzábamos todos los días en la casa de Antonio y su hermano Carlos –a quien le decíamos “Tio Carlos”- se unía en el almuerzo con nosotros dos o tres días cada semana. Durante estas visitas, tuvimos la oportunidad de conversar de temas históricos con otro protagonista de nuestra historia.
Tuve la oportunidad de confirmar datos dados por Batista con Prío y vice-versa pero, además, siempre desde mi juventud tuve relaciones con otros prominentes cubanos que también intervinieron en los acontecimientos de nuestra Cuba republicana y democrática con quienes pude confirmar muchísimos datos ya que yo siempre buscaba un “común denominador” de todo lo que me decían para de esa forma estar dentro de la verdad histórica.
Y así es que pude reunirme con innumerables amigos provenientes de ambos bandos que también confirmaron muchos datos que hoy son historia así como innumerables personas que estaban o llegaban al exilio y yo los entrevistaba en busca de confirmaciones de datos históricos que había recibido.
Un profesor de historia dijo que la Memoria y la Historia, como recuerdo y conocimiento, no son la misma cosa ni crecen en idéntica dirección ni con el mismo ritmo. Mientras que la Historia busca conocer, comprender, interpretar, o explicar, y actúa bajo la exigencia de totalidad y objetividad, la Memoria pretende legitimar, rehabilitar, honrar o condenar, y actúa siempre de manera selectiva y subjetiva.
Conocer el pasado y rememorarlo con nostalgia, con pesadumbre, o con irritación, son operaciones diferentes. Saber es una cuestión de estudio, de documentación, de lectura, y aspira a la universalidad en un doble sentido: no dejar nada fuera de foco y ser compartido con todos. Recordar, sin embargo, es una cuestión de política, de celebración, de voluntad, y tiene que ver con la relación del sujeto con su propio pasado y con lo que, al traerlo al presente, quiere hacer con su futuro.
Es la Historia, no la Memoria, la que se esfuerza por conocer el pasado y la que requiere el ejercicio del aprendizaje: la historia se aprende, no se recuerda.
Por eso acabo de poner esta nota en FB: “Examina bien tus palabras y encontrarás que, aun cuando no tienes ningún motivo para decir falsedades, el apasionamiento, odio y envidia te hacen muy difícil decir la verdad exacta aunque la conozcas y la sepas.
Si lo anterior te es de ayuda en tu programa de esta noche, tienes mi autorización para usarlo.
Un beso.
Roberto.
Astengo una vez mas deja que los humos suban a su cabeza. Olvida que a la señora Zoé Valdés, una gran cubana, con una pluma que no le tiembla a la hora de criticar a la tiranía, lo menos que debe hacer un caballero como aparenta , es respetarla.
Mi cercanía familiar a Rubén y mis continuas visitas a su familia en Cuba me permitieron escuchar y participar a nivel familiar de los comentarios y relatos pre y post 10 de marzo de 1952 hechos por un protagonista de nuestra historia. Esto siempre me interesó por mi fascinación e interés especial por la historia real y verdadera.
Al tener que abandonar Cuba y venir al exilio en E.U. a finales de 1960, una de las oportunidades de negocios que se me presentaron fue un negocio de construcción en donde estábamos el esposo de Susy –a quien quiero como un hermano- apoyados por Antonio. Desde que comenzamos la primera construcción, almorzábamos todos los días en la casa de Antonio y su hermano Carlos –a quien le decíamos “Tio Carlos”- se unía en el almuerzo con nosotros dos o tres días cada semana. Durante estas visitas, tuvimos la oportunidad de conversar de temas históricos con otro protagonista de nuestra historia.
Tuve la oportunidad de confirmar datos dados por Batista con Prío y vice-versa pero, además, siempre desde mi juventud tuve relaciones con otros prominentes cubanos que también intervinieron en los acontecimientos de nuestra Cuba republicana y democrática con quienes pude confirmar muchísimos datos ya que yo siempre buscaba un “común denominador” de todo lo que me decían para de esa forma estar dentro de la verdad histórica.
Y así es que pude reunirme con innumerables amigos provenientes de ambos bandos que también confirmaron muchos datos que hoy son historia así como innumerables personas que estaban o llegaban al exilio y yo los entrevistaba en busca de confirmaciones de datos históricos que había recibido.
Un profesor de historia dijo que la Memoria y la Historia, como recuerdo y conocimiento, no son la misma cosa ni crecen en idéntica dirección ni con el mismo ritmo. Mientras que la Historia busca conocer, comprender, interpretar, o explicar, y actúa bajo la exigencia de totalidad y objetividad, la Memoria pretende legitimar, rehabilitar, honrar o condenar, y actúa siempre de manera selectiva y subjetiva.
Conocer el pasado y rememorarlo con nostalgia, con pesadumbre, o con irritación, son operaciones diferentes. Saber es una cuestión de estudio, de documentación, de lectura, y aspira a la universalidad en un doble sentido: no dejar nada fuera de foco y ser compartido con todos. Recordar, sin embargo, es una cuestión de política, de celebración, de voluntad, y tiene que ver con la relación del sujeto con su propio pasado y con lo que, al traerlo al presente, quiere hacer con su futuro.
Es la Historia, no la Memoria, la que se esfuerza por conocer el pasado y la que requiere el ejercicio del aprendizaje: la historia se aprende, no se recuerda.
Por eso acabo de poner esta nota en FB: “Examina bien tus palabras y encontrarás que, aun cuando no tienes ningún motivo para decir falsedades, el apasionamiento, odio y envidia te hacen muy difícil decir la verdad exacta aunque la conozcas y la sepas.
Si lo anterior te es de ayuda en tu programa de esta noche, tienes mi autorización para usarlo.
Un beso.
Roberto.
Astengo una vez mas deja que los humos suban a su cabeza. Olvida que a la señora Zoé Valdés, una gran cubana, con una pluma que no le tiembla a la hora de criticar a la tiranía, lo menos que debe hacer un caballero como aparenta , es respetarla.
Y sí, puede dar su opinion cual sea, pero con base de peso, respeto y sobre todo, presente su parte de la historia,.
En ninguno de los dos escritos usted los ofrece. Las palabra de descalificación como las usadas , no pueden ser creídas si antes no se presentan pruebas confiables y serias .
A los que debemos humillar son a los de allá. A los Castro son a los que usted debe llamar testaferros, cúmbilas y tipejos, no a exiliados que han salido de Cuba a trabajar, a triunfar por medio de sus esfuerzos, y a los que nadie les ha regalado nada.
Lo digo con propiedad porque a ambos he seguido siempre.
Es más, para opinar no hay que ofender y le pongo un ejemplo: usted canta muy mal, pero podría mejorar, si desea, con mucho gusto de doy unas clasesitas y ya con eso le muestro como se canta usando la resonancia magnética. Se canta con el pecho y no con la garganta, se puede dañar una cuerda vocal, y, un nódulo lo dejaría hasta sin habla.
Otro consejo, Sr Astengo , sin contar que no soy una profesora de lengua española, lo mejor que usted puede hacer es poner el traductor de Google en su computadora y verá como poco a poco mejora la ortografía.
El inglé, idioma en el que estudié en este país me limita mi gramática, pero, trato de mejorar día a día. Le quite algunas faltas de ortografías, no todas, mi tiempo es muy limitado.
¡Que desparpajo! La verdad.
¡Que desparpajo! La verdad.
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