DE LO BUENO QUE SE ESTÁ PONIENDO EL FINAL DE LA PELÍCULA.

Del Blog de Zoé Valdés
Ayer estuve en casa de Margarita y Jorge Camacho, quienes son los representantes de Reinaldo Arenas, porque así lo decidió el escritor, ya que fueron y siguen siendo ellos los que han luchado a brazo partido para que la obra de Arenas sea divulgada como  se lo merece. También estaba Jorge Martín, el autor de la ópera que se estrenó este año en Texas, basada en el libro Antes que anochezca, y un amigo suyo. Brindamos con champán, chorizo doux, y otras golosinas, por el éxito de la ópera, que pronto se estrenará en Europa. Fue una tarde maravillosa, y por supuesto, fuimos cayendo en el tema de Cuba y su actualidad.

El hecho de que en Cuba se publique una novela sobre Reinaldo Arenas, a pocos meses del veinte aniversario de su muerte, titulada Misa para un ángel, cuyo autor es Tomás Fernández Robaina, más conocido en la obra de Arenas por Tomasito La Goyesca, forma parte del plan del Raulismo Light, que nadie lo dude. Diario de Cuba, un diario vía internet que ha seguido la línea de Encuentro, un diario entre dos aguas, pero con mayor inclinación a las putrefactas del castrismo, publica un artículo titulado Dos ‘paranoicos’ y un libro, de María Santos, que vive en La Habana, como no podía ser de otra manera. En el que se llega a la conclusión de que Reinaldo Arenas fue un paranoico, Tomás Fernández Robaina, también, y que ya aquello son cosas del pasado que debemos olvidar y perdonar. Como soy una estudiosa de la obra de Reinaldo Arenas y lo he leído a profundidad, sé perfectamente que Reinaldo Arenas no sólo no olvidaría nunca, jamás hubiera perdonado. Lo dejó escrito en su última carta, dirigida a Fidel Castro, antes de suicidarse. Así que, cualquier intento de apropiación del cadáver de Arenas, y de manipularlo a favor del castrismo, les queda bastante grande. Debemos aclarar que el señor Tomás Fernández Robaina no habría conseguido publicar jamás ese libro en Cuba, si no fuera por su relación literaria con Arenas. Aclaro, literaria, fundamentalmente. El hecho de que Arenas lo inmortalizara llamándolo Tomasito La Goyesca, ha provocado y traído en consecuencia que este señor sea conocido, y sea usado, tal vez sin quererlo él mismo, para los propósitos de Mariela Castro y de su entorno, autorizando de este modo la publicación de su novela.
En Diario de Cuba también se ha querido tergiversar la obra de Guillermo Cabrera Infante, a través de una figura nueva, supuestamente contestaria, perteneciente al bloguerío isleño, el señor Orlando Luis Pardo Lazo. Nadie conoce su obra, más que a través de una recuperación visual de La Habana en ruinas. Y ya sabemos que las ruinas habaneras han dado de comer a unos cuantos bichos de la intelectualidad y el artistaje de los últimos años, y de las últimas promociones.
En Diario de Cuba además leemos que Juanes y compañía andan pidiendo la libertad de los 5 espías. Finalmente dan la cara, y el plan Obamunista-Raulista Light continúa con los mismos protagonistas, ahora más espléndidos, transparentes nunca han sido, en su manera de presentar las jugadas. Recuerden quiénes estuvieron en el Concierto por la Paz, quiénes de dentro de Cuba lo apoyaron, quiénes estuvieron entre el público, y quiénes promovieron el concierto incluso de forma disidente de internet para afuera. Entre esos “quiénes”, veremos alzarse a los representantes del raulismo light, a cara descubierta. Así nos estamos acercando al final, que como en Rashomon, tendrá varias versiones, según la visión, pretensión y proyección oportunista de cada uno de los participantes.
Pero volvamos al tema de la apropiación y rejuego del castrismo a través de sus artistas y escritores. Yo también he sido víctima de estas manipulaciones. También sobre mí se han publicado libros en los que se quiere dar una visión diferente de mi vida, y también en mi contra han ido aquellos a los que en un momento les tendí la mano, les di a conocer, y hablé de ellos, promocionándolos, en los centros editoriales europeos. Tengo pruebas, y conozco cómo se está bailando el último mambo. Por eso, de paranoica nada, y pongo la mano en el fogón encendido por Reinaldo Arenas. De paranoico, nada.
Por otra parte, hará unos meses publiqué un artículo inédito de Reinaldo Arenas, titulado La insoportable fealdad de García Márquez. El texto, corregido por la mano de su autor, como se puede ver en el manuscrito colgado en este blog, fue entregado a Antonio Valle Vallejo por el mismísimo Reinaldo Arenas. Antonio Valle Vallejo fue quien transcribió las memorias de R.A., tituladas Antes que anochezca, publicadas en el mundo entero, y llevadas al cine. Antonio Valle Vallejo me entregó el artículo en su viaje a París, en el 2009. Él podrá confirmarlo en este post. Desde luego que le llevé el texto a los Camacho, para que verificaran su autenticidad. Así fue. Y así lo publiqué. Bien, todavía entra aquí en este blog un sapingonauta que duda de que el texto sea auténtico, se llama David, y le han dado la tarea, como a muchos otros, de abrir un blog en mi contra. Tal como otros hicieron en contra de Reinaldo, fíjense cómo el señor Tomás Fernández Robaina comenta, así como quien no quiere la cosa, en el artículo de Diario de Cuba, que quién iba a decir que aquel Arenas que en sus primeras novelas tenía tantas faltas de ortografía iría a ser uno de los autores más celebres del mundo. Una frase envidiosa que forma parte del plan, con toda seguridad.
El castrismo siempre se valió de la envidia, del cuatrerismo, y de la mala entraña de algunos, y de la generosidad de los escritores del exilio, para sembrarnos a gentuza que poco a poco, y gracias a nosotros, se han ido colando en el mundo artístico europeo, con pasaporte, condecoraciones, publicaciones, y mentiras a más no poder. Cada escritor y artista exiliado tiene a alguien otorgado, que llega desde Cuba, y haciéndose el bueno, el acongojado, el contestatario que no puede dejar aquello por múltiples razones, se introduce en nuestras casas, en nuestras vidas, y cual chupóptero chupa y babea de nuestras almas y al mismo tiempo inocula el veneno. Pero en esa trampa, les aseguro, que no caeré nunca más.
Y al igual que Reinaldo Arenas, no creo en frases, ni en diarios de medias tintas, ni en olvidos ni en perdones. Lo que es una dictadura es una dictadura y lo es idéntico para todo el mundo.
Ya me ha contado un periodista francés que a Reina Luisa Tamayo Danger han conseguido meterle un convoy -de estos altruístas que no se mueven si no es con el billete-, para que la convierta en una intelectual de izquierdas. Pobre mujer, y pobre hijo suyo. Espero que se de cuenta de la treta y que no permita que hagan de ella lo que ya hicieron de otros, guiñapos gracias a los cuales se forran algunos.
Así y todo, Margarita Camacho me asegura que una escritora europea a quien apreciamos mucho ella y yo, le aseguró, por experiencia, que todos esos tejemanejes forman parte del estertor final. “Veremos”, como repetía Carlos Manuel de Céspedes en su último Diario de Campaña. En cualquier caso, lo que hay es que divertirse observando de reojo la última secuencia, y a partir de ahora, a desenmascararlos, sin compasión.
Zoé Valdés.

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