Miami-Dade apoya política migratoria de Trump


26 de enero de 2017 - 18:01  - Por SERGIO OTÁLORA
En una corta comunicación, el edil condal aseguró que "el Condado cumple con la ley federal y busca cooperar, de manera absoluta, con el gobierno federal"/Diario Las Americas
MIAMI.- El ambiente antiinmigrante vuelve a la Florida. Y a varios niveles. En el ámbito estatal, el senado en Tallahassee vuelve a presentar un proyecto de ley que busca criminalizar a la comunidad indocumentada mediante el incremento de delitos cometidos por personas sin estatus migratorio.

Este jueves incluso el alcalde del Condado Miami-Dade, Carlos Giménez, pidió a las cárceles que cumplan con los requisitos federales de inmigración. En una corta comunicación, el edil condal aseguró que “el Condado cumple con la ley federal y busca cooperar, de manera absoluta, con el gobierno federal”.
Esta comunicación se da a la luz de las órdenes ejecutivas expedidas por la Casa Blanca que buscan restablecer el cuestionado plan de “comunidades seguras” al igual que quitarles fondos federales a las llamadas “ciudades santuario”, varias de ellas al mando de demócratas, como Nueva York o San Francisco. En 2016, alrededor de 279 ciudades y condados se negaron a cooperar con las autoridades en el tema de las deportaciones.
De acuerdo con ICE (la agencia de inmigración y aduanas de Estados Unidos) 2,008 inmigrantes -que cometieron algún tipo de delito- fueron protegidos por esas ciudades. De acuerdo con lo anunciado por el presidente, la lista de dichos individuos será dada a conocer para que la población sepa que violaciones a la ley cometieron.
En 2016 el Departamento de Justicia declaró que el Condado Miami Dade era una comunidad santuario. En varias ocasiones la administración del alcalde Giménez ha dicho que Miami-Dade no es una ciudad santuario para los indocumentados. “Al contrario de ciudades como Los Angeles, Nueva York o Chicago, nosotros sí compartimos, con todas las agencias federales, la información de personas que están bajo nuestra jurisdicción. ICE decide si arresta o no a esos individuos”, indicó Mike Hernández , director de comunicaciones del Condado Miami-Dade, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS
Las llamadas “comunidades seguras”, un proyecto que fue instituido durante el gobierno de George W.Bush, buscaban la cooperación de la policía de los municipios en tareas migratorias, en combinación con los funcionarios del ICE o de la policía fronteriza.
El alcalde Carlos Giménez, del Condado Miami-Dade, buscaría comunicarse con el presidente Trump para explicarle cómo operan de manera local las leyes federales, qué significaría para la administración condal, desde el punto financiero y de entrenamiento. Pero habría un elemento adicional: “Si tiene a alguien que es indocumentado y testigo de un delito, ¿esa persona va a salir a la luz pública para denunciar lo que sucedió?”, se preguntó Hernández.
El director de comunicaciones precisó que, en este momento, Giménez les pidió a los abogados del Condado "una revisión completa de todo lo que hay en las órdenes ejecutivas del presidente Trump".
Los activistas
Los activistas pro inmigrantes están en alerta y, al mismo tiempo, con la voluntad de organizarse para, según ellos, defender los derechos de los indocumentados.
Julieta Garibay, directora de United we Dream, anunció a DIARIO LAS AMÈRICAS que varias organizaciones están pensando en cómo demandar “todas esas órdenes ejecutivas de Trump”.
United we Dream tiene miembros en 26 estados. Garibay subrayó que “estamos organizando a las localidades para que digan públicamente que están al lado de los inmigrantes. Nos estamos preparando para proteger DACA [la acción ejecutiva del expresidente Obama que les dio estatus migratorio los jóvenes dreamers y evito sus deportaciones], fue una victoria de nuestra gente, pero sabemos que podría estar en peligro”.
En relación con el tema de las ciudades santuario, Ana Tinsly, vocera del sindicato SEIU32BJ, indicó, en diálogo con DLA, que “queremos ponerle presión a nuestros políticos y alcalde Giménez para que apoyen la ciudad santuario. La comunidad está furiosa y la estamos movilizando”.

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