Destapan entramado de corrupción dirigido por un cubano en el aeropuerto de Miami


Como dice Hortensia: aguanta un mes y no esperes al otro. (MB)
CubaNet

MIAMI, Estados Unidos.- Un cubano empleado del Aeropuerto Internacional de Miami ha sido arrestado por protagonizar una estafa millonaria que costó más de 5 millones de dólares a la instalación donde trabajaba.

Según informa El Nuevo Herald, Iván Valdés comenzó a despertar sospechas cuando se hizo evidente el alto nivel de vida que llevaba: un automóvil Porsche de casi 70 mil dólares, prendas caras e incesantes viajes al exterior.
El aeropuerto informó al periódico miamense que el caso se halla cerrado, aunque “hay una investigación más amplia de otras agencias relacionada con Iván que sigue su curso”, dijo un portavoz de la Fiscalía Estatal, quien declinó detallar de qué entidades se trataba.
El lujoso estilo de vida de Valdés no pasó inadvertido para sus colegas. Su jefe pensó que tenía un trabajo secreto.
La estafa de Valdés, director de una división de la instalación, era a través de la compra de lámpara y otros equipos de alta tecnología que se obtenían a elevados precios y grandes cantidades por parte del aeropuerto.
Gregory Chin, portavoz del aeropuerto, dijo que el Departamento de Aviación ahora “llevará a cabo una revisión más extensa de nuestros procesos de adquisiciones y de supervisión de la gerencia, y tomará todas las medidas necesarias en el momento apropiado”.
Valdés llegó a Estados Unidos en el éxodo de Mariel. En 1985 comenzó a trabajar en el Departamento de Aviación de Miami-Dade, donde su primer empleo fue cortar el césped. De entonces a la actualidad, ascendió en su empleo hasta supervisar a más de 100 a trabajadores de mantenimiento, así como contratos por valor de más de $30 millones en el Aeropuerto Internacional de Miami.
A partir del 2010, se encargó de modernizar la iluminación del aeropuerto, que incluyó 20 compras mayoristas de luces LED de alta tecnología. Pero se aseguró de que el costo de las lámparas fuera en extremo elevado y que solamente una compañía, Global Electrical & Lighting Supplies, obtuviera todos los contratos.
Rolando Pérez, amigo de Valdés, era el director de la mencionada empresa y pagaba sobornos al empleado del aeropuerto. Global Electrical compraba a su vez los focos a otra compañía, Municipal Lighting Systems, cuyo dueño, Roy Bustillo, era parte de la cadena de estafa y daba cotizaciones infladas a los competidores honestos de Global para impedirles que ganaran los contratos.
Pérez y Bustillo fueron arrestados como resultado de la investigación. En la cadena se incluía a un exejecutivo del Aeropuerto Internacional de Miami que hacía de mediador en las transacciones. Entregaba efectivo a Valdés en bolsas de compra en un estacionamiento del aeropuerto, en cantidades a veces ascendían a 50 mil dólares.
Por su parte, Valdés comenzó este mes a cumplir una condena de siete años de cárcel por cargos estatales y federales de organizar el fraude.

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