Hablando Cubano
Si pensó que el dicho de "Se Acabo Como la Fiesta del Guatao", era solo un dicho. Pues no, fue real. Mire como fue la piñazera. (MB)
Sobre esta famosa festividad se tienen varias versiones, lo cierto es que ocurrió de verdad y que pasó a ser una de las trifulcas más famosas en la historia de Cuba, tanto así que en la cotidianidad los cubanos solemos decir “esto va a terminar como en la fiesta del Guatao” cuando percibimos el peligro de algún enfrentamiento o “bronca” como se dice en el argot popular.
Según cuenta la primera versión, en el pueblito del Guatao en la provincia de La Habana, una señora llamada mamá Kindimba gustaba de organizar pequeños guateques (fiestas populares campesinas) en su casita los fines de semana. A este espacio concurrían trabajadores de los ingenios azucareros más cercanos donde conversaban unos, otros bailaban y cantaban al compás de algún tambor improvisado o alguna que otra guitarra.
Pero si había un condimento que nunca faltaba en estos festejos, era el aguardiente y precisamente por sus efectos secundarios un día surgió una controversia bien caliente entre dos trabajadores de diferentes ingenios, estos a la vez tenían dos amigos cada uno y estos a su vez cuatro más, por lo que cuando los improvisados repentistas (modo de interpretar la música campesina a través de improvisaciones) decidieron ir de la música a los golpes, ya se pueden imaginar ustedes cómo acabó la fiesta del Guatao.
Una segunda versión de este hecho cuentan algunos que en 1896 una sección de 200 soldados, guardias civiles y voluntarios españoles, al mando de un sargento , llevó a término una terrible e incalificable matanza, un día de fiesta, entre los moradores del pueblo, famoso por la cantidad de insurrectos, la cual tuvo un saldo de 18 muertos y 32 heridos graves quienes más tarde fallecieron. De ahí el dicho popular: “Terminó como la fiesta del Guatao”.
Según las referencias recogidas por Samuel Feijoó artista multifacético cubano, en su libro “Mitología Cubana” se trata de un baile celebrado el siglo pasado en ese pueblo habanero. La fecha no se precisa en ninguna de las versiones de la leyenda. Pero se afirma que fue un hecho real aquella descomunal riña entre los asistentes al jolgorio.
Un detalle poco difundido refiere que el propio Feijoó conoció a un asistente a ese baile quien le contó que una mujer muy bella del pueblo, Fela Cuesta, había originado el fabuloso combate a puñetazos con sus coqueterías. Sobre esa versión, escribió Feijoó estas décimas:
"Fiesta Famosa"
(fragmentos)
Hubo en el Guatao la fiesta
Más extraordinaria y rara
Cuando allí asomó la cara
Coqueta de Fela Cuesta.
Pronto comenzó una apuesta
Sobre quien bailaba a Fela.
Aquello prendió candela
De volantes «jaquimazos».
Golpeaban rostros «piñazos»,
Mordía a la espalda la espuela.
El griterío despedido
En la medianoche ardiente
De la atropellada gente
Se oyó por lo más tupido
Del monte. El enfurecido
Puño en flor se daba entero.
Por tal revuelto bronquero
De silletazos y muelas
Revolando, quedó Fela
Desmayada en un alero.
Comentarios
Publicar un comentario