Desmemoria Neoyorquina


Según el último editorial del “The New York Times” la legisladora cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen esta “sorprendentemente fuera de contacto con lo que sucede en” Cuba. Sin embargo, y a pesar de que la talentosa congresista no es de mi muy personal simpatía, quien parece haber estado totalmente fuera de contacto con la isla, y no sorprendentemente, es precisamente el NYT.
Y por más de 50 años.
Les explico.
En 1965, un editorial de ese poderoso medio expresó:
Los grupos muy activos anticastristas en Miami se han virtualmente desvanecido en el olvido”.
Anoten la fecha, porque la lista continúa. 10 de Octubre de 1974, otro editorial del mismo “templo del periodismo” internacional:
“Prácticamente la totalidad de varias docenas de cubanos entrevistados [por el NYT] les gustaría visitar Cuba, ya sea para ver a sus familiares o simplemente su país, que no han visto por 10 años o más; y algunos segmentos de la comunidad de exiliados, especialmente jóvenes refugiados, criados y educados aquí, no están interesados ​​en los asuntos de Cuba.”
Paciencia, aún no se ha acabado. Otro editorial, pero ahora de Agosto 31 de 1975, asegura:
“La mayoría de las personas entrevistadas [por NYT] - especialmente los jóvenes, que constituyen más de la mitad de los 450.000 exiliados aquí - están a la espera del momento en el que será posible para ellos viajar a Cuba. Incluso los hombres de negocios, que representan a un grupo más conservador que el joven, están pensando en el comercio con Cuba una vez que el embargo sea totalmente levantado.”
Un comentario: parece ya daban por contado que lo iban a levantar en esa época. Algo que también predicen ahora. “Templo de las predicciones” en vez del “templo del periodismo” es como debieran llamarle al NYT. Pero no termino.
Julio 4 de 1976. Otra vez la matraca suena en el NYT:

“Una nueva generación de profesionales de entre 25 y 35 años de edad ha reemplazado a los líderes exiliados más viejos”
Entre ellos estaba la señora congresista que ellos dicen está “fuera de contacto”, Ileana Ros-Lehtinen. La memoria no les funciona mucho a estos editores, Londoños y nuevos “Jayson Blair” del “templo de las predicciones” internacionales de New York. ¿No creen?
Les explicaré un poquito después de este Jayson Blair, importante conocerlo. Por ahora sólo quiero agregar la última lechuga del editorial de un tal Londoño que, parece, si está “ en contacto” con la isla. Me pregunto, ¿con quién?
Dice el NYT:
“En los últimos años los miembros más jóvenes de la diáspora han replanteado puntos de vista que son cada vez más a favor de profundizar el compromiso con la isla”
No aclara muy bien cuál es el “compromiso con la isla”. ¿Viajar a las arenas doradas de Varadero? ¿Pasearse por el malecón habanero con una mulata tropical fumándose un tabaco moreno? ¿O el turismo gay que ya hasta CENESEX parece quiere promocionar en México?
Los sucesivos editoriales del NYT no demuestran, como ven, que la congresista cubanoamericana está fuera de contacto con sus electores cubanoamericanos. Lo que sí demuestra es que el periodismo de ese diario neoyorquino está fuera de contacto con la realidad que se vive en los condados electorales donde la legisladora ha sido re-elegida desde 1989 hasta la fecha.
Sí, la situación demográfica en la Florida ha cambiado. La comunidad cubana no es la misma, y han llegado muchos arribistas, emigrados castristas y espías, y jóvenes cansados de que la política interfiera en sus vidas. Algunos se olvidan de Cuba, es posible. Pero lo que no conoce, y no podrá conocer ningún escribano de ese “templo de predicciones” periodísticas del NYT es que los exiliados, emigrados, escapados, refugiados, como quieran llamarnos estos “yanquis de oficina” – porque ese es el verdadero sentimiento que se esconde detrás de estos editoriales –, nos fuimos de Cuba, pero nos la traemos con nosotros a cuestas.
Quizás no pongamos nuestra bandera en casa, o en el auto, o en alguna prenda de vestir, como algunos de estos portan sin llevarla en el alma. Pero nuestro país va con nosotros a cuestas, está aquí mismo, escribiendo las palabras con sus dedos.
Sí, señores del NYT, Miami ha cambiado demográficamente, pero lo que se olvidan intencionalmente de decir, porque no les conviene, es que la intención de voto permanece la misma. Esa es la razón de por qué los congresistas cubanoamericanos son re-elegidos constantemente.
¿Creen ustedes que los editores lo ignoran? ¿Creen que son tan tontos y palurdos que lo desconocen?
Detrás de estas palabras repetidas se encuentra no la ignorancia ni el desconocimiento, sino una intención política. La misma que ha estado desde 1965 escribiendo con sus yanqui-dedos el menosprecio a la comunidad cubana en Estados Unidos, que ha logrado levantarse de sus propias cenizas sobre los hombros de hasta ellos mismos, y en su propio país natural.
¡Pobre tipos!
Entonces, ¿quiénes pagan estas palabras intencionadas de supuestos demócratas que reclaman premiar a una dictadura?
Hay que ser muy ingenuos para pensar que es la benevolente y caritativa actitud escribana del templo sagrado del periodismo. Así le llaman al “gran diario” que pierde la memoria de haber estado repitiendo la misma letanía por 50 años.
¿Quién es el “Jayson Blair” que se esconde detrás del buró del NYT esta vez? ¿Serán los préstamos de Carlos Slim, el hombre más rico del planeta según Forbes, mayor accionista del NYT en la actualidad, y amigo personal del dictador en jefe, Fidel Castro?
El hombre a quien tanto le deben los miembros del grupo editor del NYT, por haberlos salvado de la crisis con su generoso préstamo, y la compra del mayor paquete de acciones del diario. Significatico sea amigo personal de Castro I, ¿verdad?
Hay un dicho popular que dice: sigue el rastro del dinero y encontrarás la respuesta a todas tus preguntas.
Por otra parte, nadie explica cómo fueron ejecutadas las sucesivas encuestas neoyorquinas del “templo de predicciones”, cómo se hicieron, que métodos se usaron, dónde y cómo fue la muestra utilizada. Se usan los números, las palabras y los términos, pero no se demuestra ninguna cientificidad con esas palabras y vocablos, dulces para los oídos que los espera oír.
¡Pruébenlo!
Porque hablando de falsedades y mentiras, noticias inventadas y fraudes noticiosos, el “The New York Times” no tiene ninguna credibilidad a estas alturas en el negocio de noticias, sobre todo después de revelarse el escándalo de Jayson Blair que llevó a dos de sus más importantes ejecutivos a renunciar, además de la “joven estrella” que tantas veces escribió en la primera página de ese diario.
¿Quién fue Jayson Blair?
Para quien no conozca.  Jayson Blair ingresó en NYT, llamado por algunos el “mejor periódico del mundo”, con sólo 23 años. A los 26 años era uno de los reporteros más productivos del Times, firmaba en primera página y recibía felicitaciones personales del director. En mayo del 2003, con 27 años, dimitió de forma ignominiosa por cometer un fraude informativo sistemático. Blair copió e inventó durante casi toda su carrera y, sin embargo, la dirección del NYT le consideró “una estrella rutilante” hasta el último día, hasta que la gran mentira cayó sobre el templo del periodismo. NYT llegó, según su director, Arthur Sulzberger Jr., "al momento más bajo de sus 152 años de historia".
Este es el periódico que apunta con el dedo de estar “fuera de contacto” a congresistas elegidos y re-elegidos varias veces por sus electores, en sus condados de Miami y Florida. No han podido hacerles renunciar ningún editorial del fraudulento NYT, les guste o no.
Pero para que no quede la duda de que las pifias, errores, análisis y argumentos de esos editoriales no son “accidentes aislados”, ni mucho menos, les recuerdo el editorial del “sorprendentemente bien informado y puesto en contacto” NYT sobre la “realidad” de Corea del Norte que catalogó de ‘aperturista’ al bonzo Kim Jong-Un en enero del 2013.
Daria risa, sí, daría risa si no fuera tan dramático conocer, por ejemplo, que los desertores y opositores escapados de ese país diezmado por el hambre, en Corea del Sur, hayan alertado más de una vez y recalcado con insistencia el “error” de apreciación del NYT, al decirles que el mensaje de Kim, por el que diario neoyoquino hizo su lechuga editorial, contenía la misma vieja retórica de los últimos cincuenta años.
¡50 anos!
Tanta coincidencia no escapa a mi cuenta.
El “mejor periódico del mundo” ha estado cometiendo estas pifias desde hace mucho tiempo, de todo tipo. Como dato curioso les dejo este, “The New York Times” de abril de 1939:
“La televisión no dará resultado. Las personas tendrán que permanecer mirando la pantalla, y la familia americana promedio no tiene tiempo para eso.”
Muéranse a carcajadas.
Ese es el mismo periódico que está en contacto con Cuba y en todo el año 2014 no ha publicado un reporte sobre la represión en el país, informaciones sobre el cólera y el dengue, el hostigamiento al escritor Angel Santiesteban, las detenciones semanales a las “Damas de Blanco”, el arribo incesante de cubanos a las costas de Florida, y a través de las fronteras de México y Canadá, el abandono de masivo de bailarines del Ballet Nacional de Cuba, judocas, médicos, y la Santísima Trinidad.
Si hacen una búsqueda, como la que hice yo, en el diario digital sobre las veces que reporta el “templo de las predicciones” neoyorquinas sobre Cuba, encontrarán que la inmensa mayoría de las informaciones que publica el NYT tienen un acentuado carácter positivo sobre los efectos de las “reformas” raulistas, su gobierno, al punto que me parece dudar si es el diario norteamericano o la versión en inglés del "Granma". [Vea las figuras al final del post]
Nadie en ese diario se explica, por ejemplo, ¿cómo es posible entonces que no haya un día en que no se reporten balseros, cubanos que piden refugio en cualquier parte o escapan de una delegación deportiva, miembros del gobierno y cuerpos represivos, periodistas y editores de diarios oficiales de la dictadura?
Si son tan positivas las reformas, ¿cómo esto sucede?
Silencio.
Puede que la señora Ros-Lehtinen se haya ganado el odio despiadado del régimen castrista y de sus secuaces en el mundo de izquierda, y algunos de nosotros no nos guste algunas de sus expresiones y sus propuestas legislativas, pero nadie puede señalar con el dedo a la congresista de que está fuera de contacto con su comunidad, por la simple razón que sostiene su sillón en el Congreso, no gracias a las palabras que escribe algún diario alabando a una dictadura, sino discutiendo a supuestos demócratas y agentes de influencia de Castro en el mismo seno de la sociedad norteamericana, día a día, y refrendando su silla en elecciones libres.
Algo que, aunque nunca lo dice el NYT, no sucede en Cuba desde hace más de seis décadas.
La memoria neoyorquina de estos escribanos neo-yanquis se quedó con Arturo en su corte, y no en Connecticut. Y recordando a Mark Twain, es bueno recordarle a la plana editorial del diario de marras lo que dijo el ilustre escritor, norteamericano:
“Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda”
Sustituya la boca por la pluma estilográfica virtual y le quedaría como anillo al dedo al “santuario del periodismo” internacional.
¡No lo es!
Nota: La imagen que encabeza este post es de una de las tantas pifias que, rutinariamente, ese “santuario” comete sin que nadie diga ni pio. En primera plana, ningún subtitular, ni encabezamiento coherente, ni fecha ni quien lo escribe, y el reporte comienza a mitad de una palabra de la información.
Les muestro una búsqueda de lo último publicado por ese diario sobre Cuba:



Comentarios